Hoy, 25 de noviembre, se coloca en el centro de la agenda política esta cuestión, rodeada de solidaridad y de apoyo a las víctimas. Y es que este es un tema en el que toda persona decente comparte un planteamiento básico: la violencia de género es una lacra que debemos erradicar. Ahora bien, donde se marcan las diferencias es en el grado de compromiso, que se demuestra fundamentalmente en medidas concretas y dinero comprometido. Y en ese sentido, hay diversos ejemplos que muestran que el compromiso del equipo de gobierno municipal es muy mejorable:

Por ejemplo, que hayamos estado dos años con el Plan de Violencia de Género caducado y sin revisar, a pesar de que sabemos que la crisis se ha endurecido y que eso empeora las cosas para las víctimas de violencia.

O, también, que este año haya dejado desierta la convocatoria de subvenciones a asociaciones que trabajan con mujeres maltratadas. Ni un euro para una tarea tan necesaria.

Y es que, además, esa tarea de ayuda a víctimas no se hace desde lo público. Aprobamos hace más un año, a propuesta de IU, crear una figura de acompañamiento para que las víctimas sepan cómo hacer los trámites necesarios, a qué recursos pueden acudir, etc. Pues bien, un año más tarde sigue sin ser realidad; al parecer, no es una cuestión urgente.

Por último, el Plan de Violencia de Género que nos presentan ahora ya no recoge un compromiso presupuestario. En el anterior se aseguraba un mínimo de dinero anual, en esta ocasión ya veremos cuánto nos toca en cada debate de presupuestos. Creo que eso demuestra que el compromiso real contra la violencia de género se ha reducido.

Además estos días la polémica ha vuelto a inundar Valladolid ya que el equipo de gobierno del Partido Popular anunció que este año no habría un manifiesto leído por una persona ajena al equipo de gobierno, normalmente de alguna entidad relacionada con la lucha contra la violencia de género, sino que el alcalde realizaría un bando. O lo que es lo mismo: un intento de lavado de cara bastante vergonzoso. Cuando aún resuenan sus declaraciones minusvalorando las agresiones sexuales y culpabilizando a las víctimas, resultaba obsceno intentar ahora ser el centro de un acto en apoyo a las mismas. No obstante, finalmente no será el alcalde quien lo lea, porque el viernes a las tres menos diez de la tarde se comunicaba que estaría ausente los días 24 y 25 de noviembre. No resulta difícil imaginar que será por la polémica generada.

Dejo enlace al último debate plenario sobre el tema y nuestra opinión sobre las declaraciones machistas de León de la Riva