El pasado día 11 de febrero vecinos y vecinas de las Delicias se dieron cita en las puertas de la piscina de Canterac. La reivindicación era clara: que no se recorten los horarios de apertura de estas instalaciones. Los protagonistas fueron los gorros de baño, los flotadores y las gafas de buceo. Allí estuvimos un nutrido grupo de personas, aunque el tiempo no acompañara y el «queremos nadar» casi se convirtiera en realidad debido al fuerte chaparrón que nos cayó encima, por cierto, algo común en las últimas reivindicaciones vecinales de Delicias.
Y es que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valladolid desde finales de octubre ha cerrado la piscina de Canterac los sábados por la tarde y todos el domingos. ¿Tiene algún sentido cerrar la piscina justo cuando la gente tiene más tiempo libre para disfrutarla? ¿Es lógico que con la boca pequeña reclamen otro tipo de ocio para los y las jóvenes y a la vez nos dejen sin oferta deportiva pública en nuestros barrios? Y es que hay que recordar que actualmente solamente dos piscinas municipales, en la Victoria y Parquesol, mantienen abiertas sus instalaciones los domingos por la tarde.
La Asociación Familiar Delicias ha afirmado que el cierre es discriminatorio y no hay ninguna razón que lo argumente. En este sentido, conviene tener en cuenta que la propia Carta de Servicios que el Ayuntamiento ha elaborado, hace referencia a la importancia de dar un servicio adecuado, no sólo en el ámbito del tiempo libre sino como uso terapéutico, al ser conscientes de que estas instalaciones conllevan importantes beneficios para la salud. Esta decisión municipal que puede no parecer trascendente para muchos creo que nos debería hacer reflexionar en dos ámbitos. El primero: qué se pretende reduciendo la oferta de servicios públicos. Y el segundo: dónde están las prioridades del Partido Popular a la hora de gastar el dinero de todos y de todas.
Sobre la primera cuestión: estamos viendo como proliferan nuevos centros deportivos como el CDO Covaresa, el Palero, el nuevo en Los Santos Pilarica o del que oímos hablar últimamente en el Cerro de las Contiendas. Con la construcción de estos centros se continúa incentivando el desequilibrio entre lo público y lo privado en esta ciudad. Incentivar la puesta en marcha de este modelo de centros deportivos y de ocio de gestión privada alberga una intencionalidad que no es inocente. Esa intención no es otra que la de privatizar progresivamente la oferta deportiva en nuestra ciudad, mediante esta cesión de suelo público a entidades privadas. No solamente se trata de la posibilidad de abrir su propia oferta privada en condiciones ventajosas con respecto a otros negocios, sino de que el Ayuntamiento realiza una oferta cada vez más pobre desde la Fundación Municipal de Deportes (adelganzando los servicios como ocurre en Canterac), de manera que se hace imposible «competir». Se recorta en el deporte escolar o de personas mayores y la Oferta del Club de Ocio y Tiempo Libre o de Actividades deportivas no solo es escasa, sino que además resulta más cara que la de este tipo de centros de gestión privada. Este tipo de centros suelen obtener una concesión administrativa, mediante la cesión de suelo durante varias décadas, de manera que puedan rentabilizar la importante inversión inicial con unas instalaciones privilegiadas a precios bajos.
La segunda cuestión a la que apuntaba tiene que ver con las prioridades del equipo de gobierno. Todo el día estamos oyendo que hay que ahorrar, que los servicios públicos no son sostenibles y que por tanto no queda más remedio que recortar en lo que es de todos y todas. Pero, mientras con la boca pequeña se repiten estas proclamas vemos cómo para otras cuestiones se tiene dinero. ¿O acaso alguien puede entender que mientras se reducen los horarios por ejemplo de la piscina de Canterac se vaya a gastar casi un millón de euros en construir un ascensor para la Catedral? El sentido común nos dice que algo falla. Y es que los números les delatan. De ese millón de euros el Ayuntamiento va a aportar 600.000 euros. Parece claro que en un momento en el que se recortan los servicios más básicos no es razonable hacer un gasto de estas características.
El otro día, tras la denuncia de IU de los recortes en los horarios de las instalaciones públicas deportivas, el PP afirmaba que «lo lógico es que en periodo de crisis haya que adoptar medidas de ahorro», y han apuntado que con el recorte de los horarios de Canterac, la Fundación Municipal de Deportes se va ahorrar 60.000 euros anuales pero «manteniendo los servicios». Veamos entonces cómo puede cuadrar que gasten 600.000 euros en una obra innecesaria que nadie demanda y cómo pueden cerrar unas instalaciones públicas en los días de mayor afluencia para ahorrar 10 veces menos que lo que pretenden gastar por otro lado. Pero la gran incógnita se esconde tras las palabras del Concejal de Hacienda, que debe explicar a los vecinos y vecinas de las Delicias cómo se puede cerrar la piscina los sábados por la tarde y todos los domingos «manteniendo los servicios».