Trump acapara titulares, tertulias y bromas en redes sociales. La mayoría considera una excepcionalidad sus estrambóticas formas e inquietantes propuestas y discursos. Otras voces inciden en que muchas de sus promesas más polémicas ya eran realidad, en mayor o menor medida, en EEUU con anteriores presidentes. Ambos enfoques tienen su parte de razón, pero se quedan, creo yo, en la epidermis del problema.
Es cierto que ni con Bush Jr. tuvimos tal sensación de estar en manos de una persona desequilibrada. Y también que, por ejemplo, existe un muro entre EEUU y México ya desde 1994. Pero ni lo determinante es la personalidad del protagonista, ni es irrelevante que ciertos discursos se normalicen. Porque lo realmente relevante es lo que hay detrás de Trump, el fenómeno sociológico que le ha llevado al poder, como el que puede llevar a Le Pen al Elíseo o impulsa fenómenos similares en toda Europa. Los liderazgos se forjan en contextos sociales determinados y solo comprendiendo sus raíces se pueden combatir.
Con la explosión de las burbujas financiera, inmobiliaria, tecnológica, etc., se desvaneció la ilusión de bonanza universal y las víctimas de la globalización se han multiplicado. Solo esta nueva derecha parece estar siendo capaz de impugnar a las denostadas clases dirigentes, ofreciendo a su vez un relato coherente de soluciones para una sociedad agobiada y atemorizada. La corrupción, pero también la inmigración, el Islam, la corrección política o la protección de las minorías serían las causas de la degradación moral y política de nuestra sociedad, y Trump o Le Pen prometen cortar de raíz con todo ello. Un relato de cambio y seguridad para una sociedad en crisis.
España tuvo en el 15M un cortafuegos. La impugnación de la clase política vino aquí acompañada de la reivindicación de valores de justicia, igualdad, servicios públicos, etc. y no de exclusión del diferente. Pero si seguimos tomándonos a Trump y sus votantes a mofa, sin entender el fenómeno social, podemos encontrarnos que la mayoría que simpatizó con el 15M pase, de pronto, a votar a nuestra propia Le Pen.
María Sánchez Esteban
Portavoz del Grupo Municipal Valladolid Toma La Palabra
Artículo publicado en El Norte de Castilla.