Esta es la pregunta que le viene a una a la cabeza tras ver la cerrazón del equipo de gobierno municipal ante una moción que presentamos ayer en el Ayuntamiento de Valladolid para intentar poner en marcha un programa público de acción social de calle de carácter nocturno para atender a las personas sin hogar y en riesgo de exclusión, entre otras iniciativas.
Cuando conocí a Manolo me regaló un libro: Urbanismo para náufragos, un texto escrito por él mismo y por su compañero de fatigas, Pablo Gigosos. Se trata de un alegato en defensa de los derechos humanos, en defensa de que toda persona independientemente de su sexo, raza o capacidad adquisitiva tenga el mismo derecho a la ciudad. El último y la última ciudadana son sus protagonistas.
El poner la vista en esas últimas personas de la sociedad, en la gente que peor lo está pasando es la pieza clave del programa y de la acción política de Izquierda Unida. Como decía al principio, ayer intentamos que Valladolid fuera la ciudad de las segundas, terceras o décimas oportunidades para la gente que no tiene nada. Más vale que nuestra ciudad fuera conocida por esta cuestión y no por multar a las personas que se ven abocadas a recurrir a la mendicidad.
Aquí os dejo el vídeo del pleno de ayer, la moción comienza, aproximadamente, en el minuto 41:20.